"El poeta está ahí
para que el árbol no crezca torcido"
para que el árbol no crezca torcido"
(Manifiesto. Nicanor Parra)
Hace mucho, mucho tiempo, que no cae ni gota por este desierto de huerta.
Y la niña quiere ser lluvia.
Y la niña quiere ser lluvia.
Ser poeta no es oler a rancio, ser proclive al suicidio, presumir de melancólico, o llevar corbata de retales estrafalarios. No es poeta el que tergiversa la realidad con modismos inteligibles, subjetivos, que ni entiende, ni siente, y menos se corresponden. Y declama embebido a las gentes cual mentidor de bondades:
Mi verso es la acequia. No hace falta que riegues el bancal esta mañana.
Luego el público agradecido por metáforas de papel secano dirá:
¡Oh qué profundidad, qué maestría! Nuestro vate es sensor de magnitudes íntimas.
Pero el huerto sigue yermo. De sed se muere el geranio. Y la cruz del limonero se confunde con el llanto de las piedras.
Cuando a la niña, sus padres le preguntaron que quería ser de mayor, contestó sin vacilar:
Yo no quiero, madre, ser poeta, ni esperar a ver mis manos como rastrojos, resecas; que quiero ser la lluvia misma.
Y esta mañana, al levantarme he visto a la niña subida a un árbol. Y con gotas de agua recién caída abrillantaba de azul y verde la cara de los naranjos.
........y la lluvia ha llegado a jarrazos
ResponderEliminar...y mis manos siguen resecas
..las nubes blancas se han vestido de negro
......y no se llenaran las acequias
.................No quedan.
Un repente para esta magnifica entrada,querido Juan.....
Besicos.
Poetazo
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