
Tarde de calor. Cincuenta grados. Ventiscas de fuego derriten las palabras. Este texto nunca será leído. La tinta que amamanta sus grafías, antes de ser fecundada, se derretirá al salir de la pluma, vapores rojos de arena, palabras de barro. Se evaporan las ideas, ya no hay pensamiento que sobreviva a la llama de su asfixia, meteorito afásico.
Calles desiertas, chapas incandescentes de acero, asfalto humeante con olor a palabra quemada. Canarios, conejos y gallinas ahogados por toda la huerta. Y hasta las palomas del truco saldrán con sus alas chamuscadas de la chistera del mago. Ya no quedan verbos ni adjetivos, tan sólo oraciones pasivas, sujetos pacientes. El bochorno acabó con lo que quedaba del ablativo agente. El aire es un infierno. La piel de las palabras son bambollas reventadas por donde se escapa el debate abatido por el ardor desbocado de una gramática transgenerizada, vacía de savia y significado. Sintaxis mentirosas dicen que la culpa de esta hoguera la tiene esa inmensa masa africana que se adentra por el sur de la península y que hizo de la comunicación una Babel de neologismos, llamaradas cargadas de reparto injusto.
Los amos del planeta llevados por la euforia se acercaron al sol más de lo que la ley física les marcara. Y en su avaricia insostenible de acumulación lumínica morirán las palabras pretenciosas, arderán como rastrojos quemados por su frágil petulancia.
El Alto Estado Mayor de la Palabra en un comunicado de última hora apela a la conciencia de todos los ciudadanos para evitar que se produzcan nuevos incendios, «debemos extremar las precauciones sobre todo con la palabra incendiaria, devastadora responsable de la deforestación natural y humana".
"Palabras de fuego" Vaya contundencia en tus palabras,tus escritos son verdaderamente interesantes y llenos de figuras. Me encante el llamado "Estado Mayor de las Palabras", un título preciso que alguién debería inventar, podrías ser tú....Me gusta leerte y visitarte..Besicos
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