
Cuando al día se le olvidó amanecer ya era de noche. Y los humos contaminantes del planeta cubrían de negro el rostro del sol, que más que una estrella parecía el fogonero de un barco a la deriva.
Los científicos del mundo cavilaban como devolver al mundo su resplandeciente mañana. Y llegaron a la conclusión que había que girar el sol desde su eje 180 grados para que de nuevo nos mirara con ojos más limpios, menos contaminados, con su cara nueva.
Para la ejecución del proyecto contrataron a "Los geochos". Y estos vigilantes del planeta, así les gustaba llamarse, desde la burbuja plateada de su hipocresía, la sede donde operaban, se pusieron manos a la obra.
Y como en los mejores tiempos del Dioni, aquel otro ladrón vigilante, los geochos se incautaron del botín del sol. Y es de noche.
¡Qué sorpresa más buena! Humor, ironía y clarividencia para definir ese reality show y dejarlos a todos, como el País dejó a Berlusconi, en pura pelota.
ResponderEliminarUn abrazo de tu amiga maravillas.