lunes, 20 de abril de 2009

Fundamento in re




El almendro mira a las dos salamanquesas que se muerden enamoradas. Y un cielo que sestea limpio de nubes y preocupaciones se deshace del tiempo como quien sacude una estera de estrellas en medio de una era al mediodía. Embobadas dos tórtolas bajan del ciprés y se paran a ver a las lagartijas que junto al frescor de una piedra se recrean juguetonas.

Y se me va la tarde sin sentirlo como cuando era niño y los relojes mudos se paraban embobados en la tela de una araña. Y veo crecer los latiguillos de la parra que se agarran como bebés a las cañas. Y mi mirada se enreda en la rosa que pinta de verde el corazón rojo de los pámpanos. Me quedo como un fósil ajeno al caballo del sol que anda suelto por el sur alegre sin correajes ni portillos.

Y mis ojos se detienen ahora en una hormiga que recorre las letras del libro que tengo ocioso entre las manos. La hormiga hace su camino y sortea las grafías y se escapa de sus analfabetos garfios como barbos del anzuelo.

Y es que a veces es tontería ponerse a leer, tejer versos, si tienes delante y en persona lo que quieren describir tras sus símbolos unas palabras que no aciertan a decir lo que quieren indecisas.

1 comentario:

  1. Y así pasa el tiempo y, por momentos, en un instante se eterniza:


    Por el marco de la ventana, entre las ramas del magnolio se iba deslizando dulcemente el tiempo; las horas se escapaban de puntillas, perdidas en el eco de los ruidos de la tarde. Como ese despertar de la siesta, que se anuncia en cortos gorjeos hasta fundirse en un ritmo sinfónico de quehaceres rutinarios.

    Pensar y reposar es sólo un intento de controlar el tiempo; como si el mundo quedara ensimismado en la magnolia que brota de la rama quieta, en un segundo eterno. Sin embargo, más tarde, son los ruidos y el viento los que empujan otra vez el movimiento ordenado de las cosas. ¡Ensimismamiento! Corto y quieto minuto de eternidad envuelto.


    Texto agregado el 08-03-2004


    Las horas se nos escapan de puntillas, y a algunas se les escapa... Pero esa es otra historia...

    Me ha gustado mucho tu CREACIÓN. Pocos son los que crean y recrean la vida, como Blao, al escribirla.

    Besos de maravillas.

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