
Cuando tu vecino te dice que se resbaló en el baño y se rompió el tobillo, no te extrañas, no te inmutas. El promedio diario de los que sufren una rotura de pie está en el cero coma nueve por mil. De una población mundial de seis mil millones y medio, más de seis millones de personas se rompen el peroné al cabo del día. Las cantidades grandes no duelen. Mal de muchos, consuelo de tontos.
Hasta que sufres un esguince y el mundo entero tiene que llorar tu torcedura. Por la noche bajaste de tu casa a tirar la basura, y se te apareció una sombra junto al contenedor. Caíste, y el adoquín de la acera fracturó tu pata tonta.
Pero no es la ausencia de empatía la que ahora me dice que, cuando algo en el mundo se disloca, dicha contusión puede ser mía, sino ¿quién fue esa sombra que me hizo caer de miedo al suelo?
Y te pregunté:
“¿Alguna vez te asustaste de una sombra?”Y me dijiste:
“Sólo si sé que la sombra es mía.”
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