jueves, 26 de marzo de 2009

Algo de no dicho



Si comparamos el sudor del picapedrero que al pie de la montaña se deshidrata por su puto jornal escaso, o incluso los agobios de quien no tiene trabajo, con la reposada tarea del escribir, la ventaja es abultada sobre todo para el “triste diarista” al decir de Larra, que a la sombra boba sobrevive con sus crónicas y se siente feliz de ser leído.

Pero hoy el escritor no tiene fuerzas, ni humor para pulsar una tecla. Y decide no hacerlo:
“Todo esto da asco. Basta de palabras. Un gesto. No escribiré más.”
Y siente si cabe más dolor en su pereza que lágrimas le ocasionaran sus paridas letras.

El escribir crea adición. Un ejercicio costoso y hasta penitente. Y si lo hace de manera sincera sus propias creaciones le señalan, le apuñalan. Bumerán suicida. Sus escritos son tiros por la culata que le delatan. Fogatas de humo. Y nunca acierta al blanco que dispara. Será por eso que hoy Pavese se siente cansado, fallido y se dice:
“En la inquietud y en el esfuerzo de escribir, lo que me sostiene es la certeza de que en la página queda algo de no dicho.”

1 comentario:

  1. Mariano José de Larra, cuánto dicho y cuánto queda... por decir. Escribir es algo más que una adición, es una obligación, por eso de que siempre queda algo por... Un buen escritor, ( siempre buen lector), sabrá interpretar de lo escrito, lo no escrito.

    Y ahora informarte de que estaré ausente algunas semanas. Un placer visitar este rincón literario de Blao ¡Ya lo sabes!
    (maravillas)

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