
¡Que no quiero verla!(G. Lorca)
Que no hay cáliz que la contenga.
Que no hay golondrinas que se la beban,
No hay escarcha de luz que la enfríe,
No hay canto ni diluvio de azucenas,
No hay cristal que la cubra de plata.
No.
¡Yo no quiero verla!
Que yo no quiero ir al cielo de los cristianos, ni al de los curas, ni al de los mahometanos, para mí, el mejor de los humanos, que quiero que me dejen aquí, en el cielo de esta tierra.
Yo no me "moriré, me morirán", o como dijo un amigo: “ojalá que el morir no me mate”.