miércoles, 6 de agosto de 2008

Las uvas del tiempo




Hormigas y avispas querían dejar en su raspa seca los cuatro racimos salteados de la parra que sombrea los calores de los días aquí en la huerta. En lugar de atracarlos de cebos asesinos e insecticidas sin risa los cubrí con un lienzo fino. Hoy con igual esmero y esperanza vendimiaré las uvas del ayer, dulce postre de nuevas alegrías.

Las uvas del tiempo en el lagar de unas manos curtidas, dedos de memorias pasadas, sarmientos trenzados de una cepa, bodega y alambique de licores, años y pasas.

Aquellas manos quebradas y añejas, hoy en otras manos. Los mismos dedos agradecidos y expandidos, otras vides, las mismas espigas. Racimos joviales destilan granos y cosechas, vendimias nuevas de cantos y amoríos entre pedregales, amapolas y rocíos.

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