jueves, 29 de agosto de 2024

Malware


 Atraído por el azul en zigzag se rinde a los pies de una Url insinuante. Es curioso por naturaleza. Se desvive por cualquier cosa desconocida. Cuanto mayor es su enigma, más fuerte son sus ganas de seguir la dirección señalada. Su secreto es acicate irresistible. La feliz esperanza de encontrar un tesoro incalculable entre sus pliegues ocultos acelera su bobo índice hacia la tecla enter de su ordenador en ascuas.

Abducido por el azulado de sus olas que encaminen el esquife de sus represiones a la orilla orgiástica de su pulsión freudiana. El azul tentador de este enlace es imán para su encandilado y atrevido dedo. Sabe que no es muy aconsejable desear una cosa demasiado. Cuanto mayor la expectación de su corazón ansioso, mayor es su descalabro.

Aún así, llevado por este insistente reclamo se capuza con sus ojos creyentes y vendados al acantilado de un mar repleto de peces gloriosos, bailarines y seductores. Y la añorada página con la que se da de bruces, tras atravesar el embaucador pórtico de sus celestiales esperanzas truncadas, resulta ser el mismísimo infierno, un botín envenenado, la alcatraz de su condena, un malvado virus. Suplantado en su identidad más singular. Los peces de su colección deseada resultaron ser tiburones depredadores. Dejó de ser él para convertirse en otra url aún más maliciosa que la que lo desposeyó de todo. En este mundo virtual de fantasmas nadie está seguro de nada, ni de sí mismo.

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