
“... el futuro aguarda. Es un abismo. No me lo digan cuando despierte.”(Benedetti)
Y yo no sabía donde acababan mis manos y empezaban las tuyas y vi que mis dedos, mis ojos, mi cara eran tu boca que me engullían; y mis pies tus huellas, un camino que no terminaba, un abrazo entre dos orillas que se deshacía en un mar negro de margaritas. Y yo me difuminaba, desembocaba en un abismo de pesadillas amarillas.
Y ese no saber si dormía o soñaba, si había muerto o estaba vivo en otro corazón que mis venas no reconocían, acabó con mi conciencia. Y ya no sé si fue mejor soñar o haber vivido.
¡Hola, Juan!
ResponderEliminarMe entristece la noticia de su hospitalización. Y te dejo estos versos del Poeta:
Se retrocede con seguridad
pero se avanza a tientas
uno adelanta manos como un ciego
ciego imprudente por añadidura
pero lo absurdo es que no es ciego
y distingue el relámpago la lluvia
los rostros insepultos la ceniza
la sonrisa del necio las afrentas
un barrunto de pena en el espejo
la baranda oxidada con sus pájaros
la opaca incertidumbre de los otros
enfrentada a la propia incertidumbre
se avanza a tientas / lentamente
(...)
maravillas