Los cipreses

"No me gustan los cipreses, me recuerdan los cementerios, ¿por qué no los cortas?"

"Si supiera que arrancándolos, la muerte huiría para siempre de tu eterna belleza, no te quepa la menor duda que cogería el hacha ahora mismo y uno por uno de raíz los cortaría.

Pero escucha, paloma mía, un momento, ¿dónde entonces te posarías para divisar las espigas del trigo? ¡Ya no tendrías altura para coger el vuelo que hasta su grano dorado te llevara, ni tampoco tus alas acariciarían de cerca el azul de las estrellas del día!"