domingo, 14 de septiembre de 2008

La simple sospecha



“La simple sospecha de que el subsconsciente sea Dios, que Dios viva y hable en nuestro subsconsciente, te va entusiasmando.”
Cesare Pavese. Il mestiere di scrivere


Detrás de cada realidad concreta se esconde una historia de conjeturas increibles. Y ese subsconsciente desconocido de las pequeñas cosas tal vez sea lo que algunos -los más osados- llaman Dios.

Reconocí la armonía de los petálos del ibiscus y me alegré por su descubrimiento. Y este placer de contemplar esta belleza particular transferida en una flor enajenada y generosa me transportó a otra realidad. Y al no dominar, ni trocear sus bellos atributos, el color, la textura, esa su cualidad casi sagrada, la vida, el aura de la sencillez de esta realidad particular, pude sentir la universalidad de su majestuosa presencia extendida y prolongada en mi particular alegría y en todo lo que en aquel momento me rodeaba revestido de dicha.

Y es que esa virtud “rara” de poder conectar con el trasfondo esencial, universal y solidario de los pequeños objetos, personas, anécdotas o simples experiencias cotidianas, produce milésimas de un placer infinito. "Átomos a boleo de felicidad divina" que llamarían los místicos.

1 comentario:

  1. estimado amigo, sencillamente hermoso este pensamiento, esta observación, esta...¿confesión?
    Forma y contenido acunan, revelan y ofrecen mucho más que solo letras y palabras.
    Guardo silencio para saborearlo mejor.
    schissss ss ss saludos

    ResponderEliminar